La excelencia requiere pausa, detenimiento. Los trabajos impecables exigen sus propios tempos. Bodegas Valdelacierva, de lo mejor de Rioja Alavesa, sabe traducir los ritmos y las cadencias de la naturaleza para “hacer visible lo invisible”. Fieles a estos principios y a las esencias más inamovibles, Valdelacierva es una bodega comprometida con el campo que respeta y selecciona las uvas de las zonas más reconocidas en ambos márgenes del río Ebro, principalmente en Rioja Alavesa. Cuenta con el control de 200 hectáreas de viñedo que se reparte en pequeñas parcelas, con cepas de 25 a 130 años de antigüedad. Con un talante joven y dinámico, la casa se inclina por la elaboración de vinos con el temperamento
del terruño, con la tempranillo y la garnacha como piedras angulares de un cuidado proyecto. Los vinos de Valdecierva proceden de viñedos seleccionados de las localidades de San Vicente de la Sonsierra, Briones, Baños de Ebro y Yécora. Esta bodega riojana –paulatinamente y con un trabajo discreto– ha comenzado a hacerse un hueco entre esa nómina de pequeñas bodegas que elaboran vinos de calidad. Cuenta con un excelente equipo capitaneado por Emma Villajos, la joven enóloga que dirige desde hace años cada uno de sus proyectos bajo la misma filosofía de trabajo, bajo el prisma del respeto, la tipicidad y la personalidad del terruño. Cada uno de los vinos de Bodegas
Valdelacierva plasma y escenifica el alma y los adentros de la bodega riojana, que empieza con el minucioso cuidado de la tierra, una elaboración artesanal y un valor de marca.
Trabajos manuales y vendimias delicadas, recogida de la uva en cajones para después transportarla
en camiones frigoríficos, mesa de selección, elaboración por microvinificaciones… Solo desde la pureza se pueden materializar estos vinos espectaculares de zonas singulares y fincas soberbias. Cada vino, además de contar con la certificación vegana, es un homenaje a la tierra. Un fiel ejemplo es Valdelacierva Crianza 5! Renques, que homenajea al término riojano “renque”, hilera de cepas que forman las viñas, o Valdelacierva Grano a Grano, con un desgrano manual de los racimos, uva a uva. Sencillas y elegantes etiquetas, vistiendo vinos exclusivos de edición limitada, como Valdelacierva Reserva, Valdelacierva Garnacha o Valdelacierva Grano a Grano. Por otro lado, Valdelacierva entra en la selecta categoría de Viñedo Singular con dos viñedos: Montepedriza y Cantogordo. Esta nueva categoría, tan restrictiva, atiende a la singularidad, la especificación de
determinados viñedos y la necesidad de un estudio técnico que acredite la distinción de los parajes o fincas de la que proceden las uvas, lo que viene a ser la máxima clasificación y excelencia de los vinos de Rioja.