Es tiempo de hablar de suelos… y que mejor que con la nueva imagen de Viña Gormaz Crianza. La composición de los estratos, niveles y alturas de las distintas parcelas de viñedo son las diferencias principales que encontramos entre su gama de vino joven, roble, crianza (Ribera del Duero) y verdejo (Rueda).
La elegancia del Viña Gormaz crianza se ve reflejado con una etiqueta con fondo negro donde se resalta la arena, la arcilla y canto rodado, que vienen muy de la mano con su estructura. Además, múltiples factores y ciertos minerales realzan los aromas y el carácter de este Tempranillo de rendimientos muy limitados.
El privilegio de una naturaleza única. Los rasgos elegantes y la estructura que distinguen a este tinto Crianza tienen su origen en la propia naturaleza de la Ribera del Duero soriana; particularmente, en la combinación de los estratos de los suelos de viñedos de las distintas fincas que componen su ensamblaje. La altitud de los viñedos (cerca de 1.000 metros sobre el nivel del mar), el contraste térmico entre el día y la noche, la pobreza de los suelos, los rendimientos limitados y unos exigentes criterios vitícolas son algunos de los factores que permiten seleccionar para este vino bayas de Tempranillo con gran concentración de aromas y una nítida expresión varietal, que se ennoblece con la crianza en roble.