Víctor de la Serna, uno de los principales periodistas y más importantes críticos gastronómicos del país, ha dedicado su columna de vinos al proyecto de nuestras bodegas Valdelacierva (Rioja) y viñedos y Bodegas Gormaz (Ribera del Duero). Un artículo en el que destaca la apuesta por la calidad en el vino de nuestras bodegas de La Rioja, Rueda y Ribera del Duero. A continuación, transcribimos integro el artículo.
Hacer menos vino, pero mucho mejor.
Un grupo vinícola, Hispanobodegas, formado hace pocos años con bodegas en Rioja -Valdelacierva-, Ribera del Duero -Gormaz- y Rueda -Garcigrande- está demostrando una evolución que parece interesante dentro del panorama actual español: proyectado inicialmente para la producción elevada de vinos de gama media, va derivando hacia los vinos de terruño, de parcelas y de personalidad. Una cata de lo último que ha salido de las bodegas riojana y ribereña confirma que están en el buen camino.
Basta saber que entre Valdelacierva y Gormaz -la antigua cooperativa de San Esteban de Gormaz, privatizada en 2004- controlan más de 400 hectáreas para dar por sentada su inicial vocación de alto volumen, como tantas bodegas españolas en esas dos denominaciones y no digamos en las zonas granelistas y de vino de supermercado de la mitad sur.
Por lo que explican sus propios responsables, la propiedad está intentando diversificarse, reducir su producción y subir el nivel de calidad y de precio. Y no lo hace al estilo de los años 90 -o del primer decenio de este siglo-, a base de lujosas sopas de roble, sino con un estudio a fondo de su excelente patrimonio vitícola para identificar las viñas con potencial de finura y personalidad, mediante un estudio detenido de sus suelos y orientaciones, cuyas uvas se ensamblan en ‘cuvées’ de tamaño modesto, o en algunos casos se elaboran desde una única parcela.
Valdelacierva, basada en Navarrete, tiene lo esencial de sus viñas en la Sonsierra y en Rioja Alavesa, aunque acaba de adquirir viejas parcelas de garnacha en Tudelilla. Gormaz, en la parte más oriental, alta y fría de la Ribera, las tiene en localidades que ya van adquiriendo renombre, como Atauta o Alcubilla de Avellaneda. Garcigrande, según nos explicaron, está sólo en los primeros pasos de esa reconversión.
Dos mujeres dirigen las tareas enológicas y también, por lo que hemos visto, el control de la viticultura: Emma Villajos Barja en Valdelacierva y María José García Moreno en Gormaz. Sus estilos se parecen: delicadeza en el trato de la uva, poca extracción, poco sometimiento al roble nuevo.
Habrá que seguir de cerca esta empresa, porque nos parece un buen modelo para una reconversión hacia la calidad y el terruño del desequilibrado sector vitivinícola español.
Nos han impresionado mucho, de la bodega riojana, el delicado Valdelacierva GranoaGrano, un tempranillo de la Finca La Botija en Baños de Ebro, cuyas uvas se despalillan totalmente a mano para mantenerlas enteras y culminar una maceración intracelular impecable, y el fresco Valdelacierva Garnacha, de cepas de 75 años en la Finca La Pedriza de Tudelilla.
Gormaz, bajo su marca 12 Linajes, hace también un notable Grano a Grano de una sola viña en Quintanilla de Tres Barrios y un prometedor 12 Linajes Finca Los Arenales.