Los trabajos perfectos requieren su tiempo. Valdelacierva, que es “viñedo singular” y “ecológico” de Rioja, tiene una filosofía que va dirigida a lo autóctono, sin fórmulas, a sacar el mayor partido a la fruta y a una elaboración artesanal que involucra la recepción de la uva en camiones frigoríficos y microvinificaciones por zonas y fincas. De esta manera, Bodegas Valdelacierva elabora vinos llenos de personalidad, mimo y cuidado, elementos sello de la casa que mantienen lo mejor de su tierra.
A principios de este año, Emma Villajos entró en el Club de los Magníficos recogiendo el premio al Vino Revelación concedido a su Valdelacierva Grano a Grano 2016. Ella es la cabeza visible de Bodegas Valdelacierva, una joven enóloga que conduce el proyecto desde el principio y que ha sabido transmitir a todo su equipo la pasión por un trabajo de respeto a la producción propia, al terruño, al cuidado directo y personal de sus bodegas y sus vinos, con un equipo dinámico y cohesionado capaz de crear joyas como Valdelacierva Grano a Grano.
Emma está plenamente convencida de que el buen vino nace de la calidad de la uva, lo que la lleva a una constante búsqueda de la excelencia y a basar su trabajo en evolucionar, no en revolucionar.
Un nombre simbólico
Se podía pensar que en Rioja todo está inventado, pero la osadía de Emma ha sido dar un paso más allá en el mimo de la uva. Más allá de lo que se conoce habitualmente como selección de la uva, sea en vendimia o en bodega. En este caso, la selección es manual, hurgando en cada racimo, tal como su nombre indica (Valdelacierva Grano a Grano), con selección en el campo dejando en la cepa los racimos compactos. Se reunieron para elaborar un total de 2.500 kilos de uva con la peculiaridad de que, durante más de una semana, 10 personas estuvieron desgranando la uva, una a una, separando del raspón los granos enteros. El resultado son las mejores uvas de las mejores cepas de Tempranillo de una finca única, La Botija, en Baños de Ebro. Una vendimia tan minuciosa que ni en la mejor cosecha llegaría para elaborar 1.000 botellas. ¡Pero qué botellas! En el caso del premiado Valdelacierva Grano a Grano 2016 salieron solo 589 botellas de un vino que sorprende por la integración y el equilibrio. De un atractivo color picota de alta capa, la nariz es intensa, con nítidos frutos rojos y negros, un fondo lácteo con un sutil toque especiado muy característico de un buen Tempranillo maduro, tofes, cacaos… Muy complejo, potente y a la vez aterciopelado y elegante gracias a que se ha criado en bocoyes de 500 litros de roble francés, que dejan memoria, sugerencias, pero no huellas. Un sueño de 400 días hasta presentarse en sociedad. Esa es la filosofía que explica Emma: “Lo importante de ese homenaje a la lentitud es cambiar el significado a la necesidad de desarrollar elaboraciones largas y complicadas para obtener un buen vino. El trabajo es seleccionar todo con el mayor cuidado posible para descubrir el verdadero placer: disfrutar de un vino exquisito en sus detalles e imperfecciones que lo hacen objeto de deseo de los grandes amantes de los vinos”. Para redondearlo se ha vestido con una etiqueta sencilla y elegante, con una combinación de texturas para lograr que el sentido del tacto participe y se puedan sentir todos los elementos que intervienen en su elaboración.
Un catálogo envidiable
Ese es el estilo general de la casa: microvinificaciones por parcelas, por pequeñas fincas que se salpican por el corazón de Rioja: viñedo de más de 80 años en Yécora o en Baños de Ebro donde se conservan incluso viñas prefiloxéricas y está en proyecto un Viñedo Singular, como el de La Pedriza, en Tudelilla. Este viñedo singular es un pequeño oasis con condiciones envidiables para el cultivo de otro vino de raza: Valdelacierva Garnacha, otro monovarietal de producción limitada de cepas de 75 años que se ha hecho con 90 puntos Parker y cuya minuciosa elaboración cierra el círculo perfecto de equilibrio y armonía de la gama de Bodegas Valdelacierva, que cuenta con un Rosé, un Crianza, un Edición Limitada y un premiado Reserva que, en su primera añada, cuenta con valoraciones más allá de los 91 puntos en importantes publicaciones como Wine Enthusiast o Wine Spectator. Con el Valdelacierva Grano a Grano, componen el caprichoso catálogo de Valdelacierva. Vinos tan artesanales como estudiados y tecnológicos, con enorme carácter y personalidad basada en el conocimiento del territorio y la uva. Una bodega con paso firme, grano a grano.
Fuente: Ana Llorente revista Mi vino